miércoles, 10 de octubre de 2012
Nueve años, nine years
sábado, 11 de agosto de 2012
Mermelada de moras
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lunes, 25 de junio de 2012
Adios George
jueves, 24 de mayo de 2012
La crisis a través de Internet
sábado, 19 de mayo de 2012
El primer año
miércoles, 18 de enero de 2012
Casilla de apoyo a la Ciencia en la Declaración de la Renta 0,7%
Al firmar la petición estarás enviando esta carta
Destinatario: Ministerio de Hacienda
Señores Ministros, en particular, Ministro de Hacienda,
Dado que gozan de mayoría política sin precedentes, controlando las dos cámaras legislativas y la mayor parte de las Comunidades Autónomas, les solicitamos que inicien procedimiento legal para incluir una casilla en la Declaración de la Renta que permita a los ciudadanos ofrecer el 0,7% de sus impuestos a invertir en I+D+i. Esta cantidad sería complementaria a la financiación por otras vías, y se sumaría a lo asignado en los presupuestos generales del Estado.
Los últimos gobiernos vienen recortando más y más el presupuesto en el desarrollo científico y tecnológico de nuestro país de una manera alarmante. Sean Ustedes conscientes de la cantidad de científicos españoles que emigran en busca de un lugar donde sean laboralmente respetados y mejor pagados.
La Ciencia es un camino hacia el conocimiento, pero no es sólo algo altruista; la Ciencia es útil y
necesaria. Sólo mediante la investigación subvencionada desde el Estado pueden los científicos trabajar independientemente y en beneficio de la sociedad. España necesita a estos profesionales de alta cualificación trabajando en buenas condiciones en beneficio de nuestro país. Una inversión en alta tecnología colaboraría a que España se colocase entre la élite mundial.
Nuestro objetivo es conseguir un número de firmas máximo, hasta el uno de febrero, para que nuestros representantes reflexionen seriamente sobre esta iniciativa y la hagan realidad en nuestras cámaras.
Muchas gracias y esperamos su respuesta.
Y una vez leído, a firmar!! Gracias
viernes, 7 de octubre de 2011
20 semanas
Ha pasado ya mucho tiempo desde que escribí mi hilo sobre La cuenta atrás cuando llevaba 20 semanas de embarazo y otras tantas por esperar (al final solo 18 de espera). Entonces solo podía imaginar como sería tener un bebé, trataba de verme como madre y sobre todo intentaba ponerle cara a la que sería mi niña. Ahora, 141 días después (son muchísimos) ya no tengo que imaginármelo.
Recuerdo los primeros días, cuando todas las mañanas a las 7 y 20 minutos le decíamos a la pequeña de la familia: “que bien cariño, hoy cumples 1, 2, 3 …. días”, luego eso cambió y ya solo contábamos las semanas, que se hicieron difíciles de seguir y empezamos a contar los meses. Y si no fuera porque sigo recibiendo semanalmente e-mails de páginas de maternidad varias, para mi Irene tendría 4 meses y 3 semanas.
¿Y que he aprendido durante estas 20 semanas?
Que aunque pensaba que mi vida estaba llena antes de ser madre y que era feliz y que podría seguir así el resto de mi vida ……….. ahora estoy más feliz y creo firmemente que de no haber tenido una hija, me habría perdido algo realmente increíble. Esta última frase es sorprendente para mi misma, persona que antes de escuchar su “reloj biológico” habría puesto su mano en el fuego para afirmar con rotundidad que “yo niños ni de coña”.
También he aprendido que soy una paranoica. Que si hoy no ha hecho caca, que si hoy ha hecho demasiada. Ha tosido tres veces, ¿será tosferina?, y ha estornudado cuatro veces hoy, ¿estará costipada?. Si la niña llora, algo le pasará, si no llora, mmm, igual tiene algo y está demasiado débil para llorar. Y es que la tremenda responsabilidad de tener la vida de un indefenso bebé en mis manos me tenía los nervios de punta. Ahora ya estoy mucho más tranquila y menos paranoica, pero el miedo a fallar, a no darme cuenta de algo malo que le estuviera pasando, a cometer un error grave, me tenía acojonadilla al principio. Le achaco parte de la culpa a ser científica y estar acostumbrada a controlar todas las variables de los experimentos ………. ¡En este experimento, sentía que no tenía absolutamente nada bajo control! La otra parte de la culpa supongo que la tiene el ser madre primeriza y no haber tenido contacto con bebés en toda mi vida.
Así que lo siguiente que he aprendido es ………. a relajarme. A darme cuenta de que si un día no come demasiado, ya comerá más al día siguiente. Si hoy no se ha echado una siesta, no pasa nada. Que si escupe un poco de leche después de cada toma, mientras siga creciendo en su curva, todo va bien. En fin, que si Irene está feliz, no hay motivo alguno para preocuparse y yo también estoy feliz.
Por supuesto, en cuestión de aprendizaje no puedo dejar de explicar que he adquirido una destreza envidiable en el noble arte del cambio de pañales, la captura de chupetes al vuelo y la sujeción de bebé escurridizo en bañera. Además me he dado cuenta de que eso de tener dos manos está sobrevalorado y que la mayoría de las actividades se pueden realizar solo con una, o ayudándose con la boca y/o los pies :-)
Y la otra cosa que he aprendido es que mi chico (aunque ahora es mi marido, aún no me acostumbro a escribirlo) no solo es la mejor pareja que podría desear sino que también es el mejor padre del mundo. Ya lo demostró durante el embarazo, y durante el parto y lo sigue demostrando cada día que pasa. Y cada vez que los veo juntos, riendo, jugando o simplemente la una en los brazos del otro, no puedo por menos que sentirme afortunada por tenerlos y por haber formado los tres nuestra pequeña y maravillosa familia.