Ayer murió, y con él un gran amante de las palabras, un creador. Saramago fue y será para muchos no solo un escritor sino una inspiración, un grito y hasta el reflejo de una ideología.
Cruzó las fronteras lisboetas para conquistar al mundo con sus textos sin tapujos y su sarcasmo y sabiendo que la muerte le esperaba, como a todos, al final de su camino decía que lo peor de la muerte es que "estás y ahora no estás".
Con este texto sobre su visión de la izquierda, mi pequeño homenaje a este gran Señor.
"Nosotros tenemos razón, la razón que asiste a quien propone que se construya un mundo mejor antes de que sea demasiado tarde, pero o no sabemos transmitir a los demás lo que es substantivo en nuestras ideas, o chocamos con un muro de desconfianzas, de prejuicios ideológicos o de clase que, si no logran paralizarnos completamente, acaban, en el peor de los casos, por suscitar en muchos de nosotros dudas, perplejidades, esas sí paralizadoras. Si el mundo alguna vez consigue ser mejor, solo habrá sido por nosotros y con nosotros. Seamos más concientes y estemos orgullosos de nuestro papel en la Historia. Hay casos en que la humildad no es buena consejera. Que se pronuncie alto la palabra Izquierda. Para que se oiga y para que conste. Escribí estas reflexiones para un folleto electoral de Izquierda Unida de Euzkadi, pero también pensando en la izquierda de mi país, en la izquierda en general. Que, pese a lo que está pasando en el mundo, sigue sin levantar la cabeza, como si no tuviera razón".
José Saramago
Cruzó las fronteras lisboetas para conquistar al mundo con sus textos sin tapujos y su sarcasmo y sabiendo que la muerte le esperaba, como a todos, al final de su camino decía que lo peor de la muerte es que "estás y ahora no estás".
Con este texto sobre su visión de la izquierda, mi pequeño homenaje a este gran Señor.
"Nosotros tenemos razón, la razón que asiste a quien propone que se construya un mundo mejor antes de que sea demasiado tarde, pero o no sabemos transmitir a los demás lo que es substantivo en nuestras ideas, o chocamos con un muro de desconfianzas, de prejuicios ideológicos o de clase que, si no logran paralizarnos completamente, acaban, en el peor de los casos, por suscitar en muchos de nosotros dudas, perplejidades, esas sí paralizadoras. Si el mundo alguna vez consigue ser mejor, solo habrá sido por nosotros y con nosotros. Seamos más concientes y estemos orgullosos de nuestro papel en la Historia. Hay casos en que la humildad no es buena consejera. Que se pronuncie alto la palabra Izquierda. Para que se oiga y para que conste. Escribí estas reflexiones para un folleto electoral de Izquierda Unida de Euzkadi, pero también pensando en la izquierda de mi país, en la izquierda en general. Que, pese a lo que está pasando en el mundo, sigue sin levantar la cabeza, como si no tuviera razón".
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