jueves, 24 de junio de 2010

Silvio Rodríguez…….concierto en Orlando



Tras 30 años de visas denegadas, en este año 2010, por fin, Silvio Rodríguez consigue cantar en EEUU. Afortunados mi chico y yo, uno de los pocos (nunca son suficientes) conciertos de su visita es Orlando, a una distancia suficientemente razonable para agarrar el coche un miércoles y disfrutar una vez mas de su música y de su simple presencia.

El teatro donde se presentaba no es muy grande, para unas 2500 personas, de las que estaban vendidas probablemente poco mas de la mitad de las localidades. Antes del inicio del concierto los asistentes estábamos sentados en nuestras butacas y la distribución era de unas 5-6 filas justo frente al escenario bastante llenas, unas 4-5 llenas al final del patio de butacas llenas y el gallinero….hasta el palo de la bandera. Unos 15 minutos antes del comienzo del concierto mi chico y yo, viendo que ya no entraba casi gente, decidimos que era una pena que esas butacas tan cerca del escenario y tan vacías se perdieran…..y que Silvio se perdiera tener a su público a sus pies, así que nos movimos hasta la octava fila. Como nosotros hicieron otros y finalmente 5 minutos antes del concierto la organización misma, clamorosamente aplaudida por todos los presentes, llamó a la gente a bajar del gallinero y adelantarse a ocupar las butacas que estuvieran libres………un bonito gesto para empezar la velada.

Una vez acomodados todos, felices, empezó el concierto con La gota de rocío. No puedo recordar en estos momentos todas las canciones que tocó……..algunas nuevas, algunas viejas, todas ellas llenas de emoción, de significado y de recuerdos. El ambiente estaba fantástico, la gente gritaba peticiones, Silvio contaba anécdotas, cantaba, el público emocionado se levantaba a aplaudirle, Silvio sonreía. Yo también sonreía, a veces, otras veces lloraba, de alegría, de pena, de rabia, de emoción y sobre todo de añoranza. Sus canciones no son solo eso, son tesoros que tienen escondidos para aquellos que “le” compartimos muchos sentimientos y muchas memorias.

Le acompañaban 5 músicos, un bajo, un guitarra, un tres, una flauta travesera (a veces clarinete) y un batería. He de decir que todos ellos estuvieron más que a la altura de la situación, siendo en si mismos un bonito espectáculo. Particularmente bellas para mi las filigranas de la flauta travesera que armonizaban a la perfección con los temas de Silvio.

Y con La Maza acabó el concierto….y empezaron los bises. Tras no más de dos minutos de aplausos Silvio y sus músicos nos regalaron otras 3 canciones y se despidieron. Pero no era suficiente, aún no había cantado Ojala y eso no se lo podíamos consentir, ¿verdad?. Salió solo y nos la regaló. Más aplausos, más gritos el Unicornio y otras dos canciones acompañados de sus músicos. Nadie se movía de las butacas, así que tuvo que volver a salir, “os voy a cantar una balada para que os vayáis todos a casa llorando” dijo, la cantó y se fue y muchos también se fueron. Pero allí quedábamos unas 300 personas que nos resistíamos a que la noche terminara, el asomaba media cabeza solo para comprobar que seguíamos ahí, y tras 10 minutos de estoica resistencia, el público con callos en las manos y con Silvio en la boca…..salió por quinta vez y nos cantó otras dos más. Se marchó del escenario sonriendo y feliz y ahora si, todos satisfechos nos fuimos con una bonita sensación de plenitud tras tres horas de concierto.

Silvio Rodríguez…….como lo conocí.

Aún me acuerdo con cariño de cómo supe de él, hace ya mas de 15 años. Estaba en el instituto y el chico que me gustaba me grabó una de esas cintas de mezclas. En realidad era poco mezclado, era todo Sabina y “Quien fuera”. Esa noche en casa, mientras escuchaba esa cinta me di cuenta de dos cosas, que estaba enamorada de ese chico y que estaba enamorada de quien fuera que hubiera compuesto y cantado esa canción. Mi relación con ese chico nunca llegó a nada…..más allá de una bonita amistad e intercambio de música y poemas. Mi relación con Silvio sin embargo ha progresado desde entonces, él compone y canta y mientras yo escucho y disfruto. El hecho de que sea una relación polígama en la que comparto a Silvio con millones de seguidores no la hace menos satisfactoria.

sábado, 19 de junio de 2010

Mi pequeño homenaje a Saramago


Ayer murió, y con él un gran amante de las palabras, un creador. Saramago fue y será para muchos no solo un escritor sino una inspiración, un grito y hasta el reflejo de una ideología.

Cruzó las fronteras lisboetas para conquistar al mundo con sus textos sin tapujos y su sarcasmo y sabiendo que la muerte le esperaba, como a todos, al final de su camino decía que lo peor de la muerte es que "estás y ahora no estás".

Con este texto sobre su visión de la izquierda, mi pequeño homenaje a este gran Señor.

"Nosotros tenemos razón, la razón que asiste a quien propone que se construya un mundo mejor antes de que sea demasiado tarde, pero o no sabemos transmitir a los demás lo que es substantivo en nuestras ideas, o chocamos con un muro de desconfianzas, de prejuicios ideológicos o de clase que, si no logran paralizarnos completamente, acaban, en el peor de los casos, por suscitar en muchos de nosotros dudas, perplejidades, esas sí paralizadoras. Si el mundo alguna vez consigue ser mejor, solo habrá sido por nosotros y con nosotros. Seamos más concientes y estemos orgullosos de nuestro papel en la Historia. Hay casos en que la humildad no es buena consejera. Que se pronuncie alto la palabra Izquierda. Para que se oiga y para que conste. Escribí estas reflexiones para un folleto electoral de Izquierda Unida de Euzkadi, pero también pensando en la izquierda de mi país, en la izquierda en general. Que, pese a lo que está pasando en el mundo, sigue sin levantar la cabeza, como si no tuviera razón".
José Saramago
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